DIFERENCIA ENTRE LA CINTA DE CORRER Y LA CINTA DE ANDAR
Diferencias entre la cinta de correr y la cinta de andar
Una de las dudas más frecuentes que tienen los usuarios es qué diferencia hay entre la cinta de correr y la cinta de andar.
A primera vista parecen lo mismo, pero no, tienen ciertas diferencias que las hacen distintas. Y queremos aprovechar este post para explicar cuáles son.
Pero antes de eso, diremos que tienen una característica común: mantenernos en forma, activos y con una buena condición física. Y todo esto: ¡sin salir de casa!
Diferencias entre la cinta de andar y la cinta de correr
Estas son las diferencias principales entre la cinta de andar y la cinta de correr.
1. El funcionamiento y la actividad de cada una.
Las máquinas de correr, como su propio nombre indica, te obligan a correr. Estas cintas tienen una plataforma que gira y se mueve obligándote a hacer este ejercicio. La velocidad de éstas se puede regular y te permite empezar con un paso lento y, poco a poco, ir cogiendo más velocidad y rapidez. Asimismo, también se pueden programar la inclinación y el tipo de actividad que deseas hacer durante el entrenamiento.
Las máquinas de andar, al contrario que las de correr, solo están diseñadas para caminar. Estas cintas permiten regular y combinar diferentes caminatas con distinta intensidad. También te permiten simular el ejercicio de subir y bajar escaleras, ya que permiten caminar con bastante pendiente. Por lo tanto, el movimiento en las cintas de andar semiprofesionales se basa en mezclar plataformas pivotantes con movimientos de andar y subir escaleras. Es cierto que, en cuestión de potencia, tienen menos que las máquinas de correr.
2. El diseño es distinto.
Esta es una de las claves en las que se diferencian ambas máquinas de gimnasio para casa indoor. Las cintas de correr están formadas por una plataforma que gira y te impulsa a correr - para que no te caigas - y así simular que avanzas en una carrera.
Por el contrario, en las cintas de andar hay dos plataformas (una para cada pie) que se mueven de forma alterna, creando la sensación de una caminata real.
Es muy importante, antes de subir a una cinta de correr o de andar, configurarlas para que las primeras veces no sea demasiado duro, ya que, si no lo haces, ofrecerá bastante resistencia. Por eso, es esencial ir subiendo, poco a poco, de intensidad, en base a nuestra condición física.
3. El entrenamiento es distinto.
Es cierto que, tanto la cinta de andar como la cinta de correr, sirven para quemar grasa y practicar cardio, pero - cada una de ellas - nos ofrece un tipo de entrenamiento totalmente distinto.
Por ejemplo: la máquina de andar es muy efectiva para personas que tienen problemas en las rodillas y no pueden entrenar con una alta intensidad.
Las máquinas de correr exigen un nivel de entrenamiento mucho más mayor que las cintas de andar. Con mayor potencia y velocidad.
Por eso, debemos plantearnos – antes de comprar una de estas máquinas de gimnasio semiprofesionales para casa- la actividad que queremos realizar. Y dependiendo del uso que le vayamos a dar, adquirir una u otra.